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Cómo tratar la hepatitis C con antivirales

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La hepatitis C es una enfermedad hepática crónica que puede ser causada por el virus de la hepatitis C (VHC) y que afecta a cerca de 71 millones de personas en todo el mundo. Afortunadamente, existen tratamientos antivirales eficaces que pueden ayudar a tratar y curar la hepatitis C. En este artículo, vamos a discutir todo lo que necesitas saber sobre cómo tratar la hepatitis C con antivirales.

¿Qué es la hepatitis C?

La hepatitis C es una enfermedad hepática crónica causada por el virus de la hepatitis C. Puede ser transmitida a través del contacto con sangre infectada, como por ejemplo, al compartir agujas o jeringas, o recibir una transfusión de sangre contaminada. También puede transmitirse de madre a hijo durante el parto. Al principio, los pacientes pueden no presentar ningún síntoma o los síntomas pueden ser leves y no específicos, como fatiga, náuseas y fiebre. A medida que la enfermedad progresa, los pacientes pueden desarrollar síntomas más graves como cirrosis hepática, hepatocarcinoma y fallo hepático.

Cómo se diagnostica la hepatitis C

La hepatitis C se diagnostica mediante una prueba de sangre que detecta los anticuerpos contra el virus de la hepatitis C. Si esta prueba es positiva, se requiere una prueba adicional para medir la carga viral del VHC en la sangre y determinar si el paciente ha desarrollado una infección crónica.

El tratamiento de la hepatitis C

Durante muchos años, el tratamiento de la hepatitis C consistió en la combinación del interferón pegilado y la ribavirina. Sin embargo, este tratamiento tenía una tasa de curación relativamente baja y estaba asociado con efectos secundarios graves. En los últimos años, se ha desarrollado una nueva generación de antivirales de acción directa (AAD) que han demostrado ser altamente efectivos y bien tolerados por los pacientes. Estos medicamentos se dirigen específicamente al virus de la hepatitis C y pueden curar la infección en una proporción significativamente más alta de pacientes.

Los diferentes tipos de AAD

Hay varios tipos diferentes de AAD disponibles para el tratamiento de la hepatitis C. Estos medicamentos se administran en combinación y se clasifican según el tipo de proteína que inhiben. Los inhibidores de proteasa son un tipo de AAD que actúa bloqueando la proteasa del virus de la hepatitis C, lo que impide que el virus se replique. El boceprevir y el telaprevir fueron los primeros inhibidores de proteasa aprobados para su uso en pacientes con hepatitis C. Los inhibidores de la polimerasa son otro tipo de AAD que actúa bloqueando la polimerasa del virus de la hepatitis C, lo que también impide que el virus se replique. El sofosbuvir es un inhibidor de polimerasa ampliamente utilizado y altamente efectivo. Los inhibidores de NS5A son otro tipo de AAD que actúa bloqueando la proteína NS5A del virus de la hepatitis C, lo que también impide que el virus se replique. El daclatasvir y el ledipasvir son inhibidores de NS5A eficaces y bien tolerados. El tratamiento de la hepatitis C con AAD se administra durante un período de 8 a 24 semanas, dependiendo del tipo de medicamento y la gravedad de la infección. Los pacientes con cirrosis hepática avanzada pueden requerir un tratamiento más prolongado.

Los efectos secundarios

En general, los AAD son bien tolerados por los pacientes y tienen menos efectos secundarios que los tratamientos anteriores a base de interferón. Los efectos secundarios más comunes incluyen fatiga, dolores de cabeza y náuseas. También pueden afectar a la función renal y hepática, por lo que se debe controlar regularmente a los pacientes durante el tratamiento.

Conclusión

La hepatitis C es una enfermedad hepática crónica causada por el virus de la hepatitis C. Los AAD son una nueva generación de antivirales altamente efectivos y bien tolerados que pueden curar la enfermedad en una proporción significativamente mayor de pacientes que los tratamientos anteriores. Las combinaciones de AAD tienen diferentes mecanismos de acción y los pacientes pueden ser tratados durante un período de 8 a 24 semanas dependiendo de la gravedad de la infección. Si has sido diagnosticado con hepatitis C, habla con tu médico sobre las opciones de tratamiento disponibles para ti.