Efectos secundarios de los inmunosupresores: Conoce los riesgos
Los inmunosupresores son medicamentos que se utilizan para tratar a pacientes que sufren de enfermedades autoinmunitarias y también para aquellos que han recibido un trasplante de un órgano o tejido. Estos medicamentos son muy subjetivos y se administran de forma individual, según las características y necesidades de cada paciente. A pesar de que los inmunosupresores son muy efectivos en el tratamiento de estas enfermedades, hay una serie de efectos secundarios que pueden aparecer.
En este artículo, nos centraremos en los efectos secundarios más comunes que pueden aparecer tras la administración de inmunosupresores.
Efectos secundarios comunes de los inmunosupresores
Problemas gastrointestinales
Uno de los efectos secundarios más comunes de este tipo de medicamentos son los problemas gastrointestinales. La diarrea y la náusea son algunas de las molestias que pueden aparecer al tomar inmunosupresores. Además, también se pueden producir úlceras en la boca y en el estómago. Para reducir estos efectos secundarios, el paciente puede reducir la dosis del medicamento o tomarlo junto con la comida. También es importante beber mucha agua para prevenir la deshidratación.
Infecciones
Al debilitar el sistema inmunológico, los pacientes que toman inmunosupresores son más propensos a sufrir infecciones. Estas infecciones pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, desde la piel hasta los pulmones. Las infecciones más comunes son la neumonía y la gripe. Para prevenir estas infecciones, es importante evitar el contacto con personas enfermas y lavarse las manos regularmente.
Problemas renales
Algunos inmunosupresores, especialmente los que se utilizan para trasplantes, pueden producir problemas renales. Los pacientes que toman inmunosupresores deben someterse a pruebas regulares para detectar cualquier deterioro en la función renal. Si se detecta algún problema, el médico puede cambiar la medicación o reducir la dosis.
Problemas hepáticos
Algunos inmunosupresores también pueden afectar al hígado. Los pacientes que toman estos medicamentos deben someterse a pruebas de función hepática para detectar cualquier problema. Si se detecta algún problema, el médico puede cambiar la medicación o reducir la dosis.
Anemia
La anemia es una afección en la que el cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos. Algunos inmunosupresores pueden producir anemia. Los pacientes que toman estos medicamentos deben someterse a pruebas regulares para detectar cualquier signo de esta afección.
Cómo prevenir los efectos secundarios de los inmunosupresores
Existen medidas que los pacientes que toman inmunosupresores pueden tomar para prevenir algunos de los efectos secundarios más comunes. A continuación, se presentan algunas de estas medidas:
- Comer una dieta balanceada
- Beber mucha agua para prevenir la deshidratación
- Lavarse las manos regularmente
- Asegurarse de que las personas que lo rodean no están enfermas
- No tomar otros medicamentos sin consultar al médico
Conclusión
Los inmunosupresores son medicamentos muy efectivos para el tratamiento de enfermedades autoinmunitarias y para prevenir el rechazo de los órganos trasplantados. Sin embargo, estos medicamentos también tienen efectos secundarios que pueden ser graves. Los pacientes que toman inmunosupresores deben informar a su médico si experimentan cualquier efecto secundario y someterse a pruebas regulares para detectar cualquier problema.
Es importante que los pacientes sigan las instrucciones de su médico al tomar inmunosupresores y que tomen medidas preventivas para reducir el riesgo de efectos secundarios. Siempre deben informar a su médico si están tomando otros medicamentos o si tienen algún cambio en su salud mientras toman inmunosupresores. De esta forma, pueden trabajar junto a su médico para garantizar que están recibiendo el tratamiento adecuado y reducir el riesgo de efectos secundarios.