Inmunosupresores y COVID-19: ¿Qué se sabe hasta ahora?
La pandemia mundial causada por el virus COVID-19 ha afectado a millones de personas en todo el mundo. La enfermedad viral puede tener síntomas leves, moderados o graves, y desafortunadamente, también puede ser mortal. Es preocupante en particular para las personas que tienen sistemas inmunológicos debilitados, como las que toman inmunosupresores. En este artículo, analizaremos la relación entre los inmunosupresores y la COVID-19, y lo que se sabe hasta ahora.
¿Qué son los inmunosupresores?
Los inmunosupresores son medicamentos que se utilizan para prevenir el rechazo de órganos trasplantados, tratar enfermedades autoinmunitarias y reducir la inflamación. Estos medicamentos funcionan reduciendo la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones y otras enfermedades. Algunos de los inmunosupresores más comunes incluyen la prednisona, la ciclosporina, el tacrolimus y el micofenolato.
¿Cómo afectan los inmunosupresores al sistema inmunológico?
El sistema inmunológico se encarga de proteger al cuerpo de las enfermedades y los agentes nocivos, como virus, bacterias, etc. Cuando alguien tiene un sistema inmunológico debilitado, el cuerpo no puede combatir las infecciones con eficacia. Los inmunosupresores debilitan el sistema inmunológico al bloquear la producción de células del sistema inmunológico o al impedir su respuesta inmunológica.
Cómo afecta COVID-19 a las personas con sistemas inmunológicos debilitados
La COVID-19 es una enfermedad infecciosa que afecta el sistema respiratorio y puede ser especialmente grave para las personas con sistemas inmunológicos debilitados. Los pacientes con sistemas inmunológicos debilitados son más propensos a contraer infecciones virales y a experimentar síntomas graves con el COVID-19. Las personas que toman inmunosupresores también pueden estar en mayor riesgo de experimentar complicaciones médicas después de infectarse con el COVID-19.
¿Qué se sabe hasta ahora sobre los inmunosupresores y el COVID-19?
A pesar de que se ha descubierto y estudiado el COVID-19 recientemente, ya se ha investigado la relación entre los inmunosupresores y el COVID-19. Según una revisión de los estudios actuales, la mayoría de los pacientes con COVID-19 que estaban tomando inmunosupresores no tenían un aumento en la tasa de mortalidad. Los pacientes con enfermedades autoinmunitarias que estaban tomando inmunosupresores también parecían tener un riesgo reducido de desarrollar COVID-19.
Otro estudio sobre el riesgo de COVID-19 en pacientes sometidos a trasplante de órganos reveló que el riesgo de infección por COVID-19 en pacientes sometidos a trasplante de órganos era similar al de la población general. El estudio también señaló que el uso prolongado de múltiples inmunosupresores no parecía aumentar el riesgo de infección por COVID-19 en pacientes sometidos a trasplante de órganos.
¿Debería alguien dejar de tomar inmunosupresores debido al COVID-19?
Es importante que las personas que están tomando inmunosupresores no interrumpan su tratamiento sin hablar con su médico. El sistema inmunológico de cada persona es diferente, y es necesario que un médico determine cuál debe ser el curso de acción adecuado para cada paciente en particular. Si alguien está tomando inmunosupresores y piensa que pueden estar en riesgo de contraer COVID-19, la mejor manera de protegerse es seguir los lineamientos de los profesionales médicos y las recomendaciones de las autoridades sanitarias locales.
Conclusión
En general, es importante comprender que tener un sistema inmunológico debilitado no necesariamente significa que alguien tenga un mayor riesgo de contraer COVID-19. Tampoco significa que alguien deba dejar de tomar inmunosupresores sin hablar con un médico adecuado. La clave es trabajar con los profesionales médicos para crear un plan de tratamiento adecuado y seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias en cada caso particular. Si tienes alguna preocupación, asegúrate de hablar con un médico o un profesional de la salud.