La dosis adecuada de antihistamínicos para adultos y niños
Los antihistamínicos son medicamentos comúnmente utilizados para aliviar los síntomas de alergias, como la picazón en los ojos, la nariz y la garganta, la secreción nasal, los estornudos y la congestión. Se dividen en dos categorías: los de primera y los de segunda generación. Los de primera generación suelen causar somnolencia y pueden afectar la coordinación y el tiempo de reacción. Por otro lado, los de segunda generación son menos sedantes y no afectan el tiempo de reacción. Para garantizar su eficacia y seguridad, es importante tomar la dosis adecuada para cada edad y peso.
Dosis para adultos
La dosis recomendada para adultos de antihistamínicos de primera generación suele ser de 25 a 50 mg cada seis a ocho horas. Sin embargo, algunos medicamentos como la difenhidramina, pueden ser tomados en dosis de 50 a 100 mg cada cuatro a seis horas, dependiendo de la gravedad de los síntomas. Los antihistamínicos de segunda generación, como la cetirizina y la loratadina, suelen ser tomados en dosis diarias de 10 mg una vez al día. Es importante recordar que algunos antihistamínicos deben ser tomados con alimentos para mejorar su absorción.
Dosis para niños
La dosis de antihistamínicos para niños varía según la edad y el peso. Los antihistamínicos de primera generación suelen ser evitados en niños menores de seis años debido a su somnolencia y efectos secundarios. La dosis recomendada para niños mayores de seis años es de 1 a 2.5 mg/kg cada seis a ocho horas, dependiendo del medicamento utilizado. Los antihistamínicos de segunda generación pueden ser utilizados en niños mayores de dos años. La dosis recomendada para niños de dos a cinco años es de 2,5 a 5 mg una vez al día, mientras que para niños de seis a doce años es de 5 a 10 mg una vez al día.
Es importante recordar que siempre se debe consultar con un médico o farmacéutico antes de administrar cualquier antihistamínico a un niño. Además, el uso de antihistamínicos debe ser evitado durante el embarazo y la lactancia, a menos que se indique lo contrario.
Contraindicaciones y precauciones
Los antihistamínicos pueden interactuar con otros medicamentos y causar efectos secundarios, como somnolencia, mareos, náuseas y sequedad en la boca. También pueden reducir la efectividad de otros medicamentos, como los antidepresivos y los medicamentos para la hipertensión arterial. Por lo tanto, es importante hablar con un médico o farmacéutico antes de tomar cualquier antihistamínico si se está tomando otro medicamento.
Además, los antihistamínicos deben ser evitados en personas con glaucoma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfermedades cardíacas. También deben ser utilizados con precaución en personas mayores y en aquellas con enfermedades del hígado y los riñones.
Conclusiones
Los antihistamínicos son medicamentos efectivos para el alivio de los síntomas de alergias. Sin embargo, es esencial tomar la dosis adecuada para cada persona. Es importante recordar que algunos antihistamínicos pueden causar somnolencia y afectar el tiempo de reacción, por lo que se debe evitar conducir vehículos o realizar actividades que requieran atención mental hasta que se sepa cómo afecta el medicamento. Siempre habla con un médico o farmacéutico antes de tomar cualquier antihistamínico, especialmente si estás tomando otro medicamento o si tienes una enfermedad crónica.